Aceite

El olivar aguarda a las lluvias de otoño para recuperarse ante la siguiente campaña

lunes, 24 de octubre de 2022


Olivares (foto asemesa)


Los productores de aceite de oliva y aceituna aguardan con ansia que llueva este otoño en el sur de España para asegurar no tanto esta campaña, que será mínima por la sequía, sino la del próximo año, para lo que será fundamental la recuperación de los olivos.


Según las últimas estimaciones oficiales, la producción de la campaña 2022/2023 se reducirá a 780.000 toneladas de aceite de oliva en toda España y solo en Andalucía, la principal región productora, la cosecha caerá a la mitad respecto a la del año pasado, con 587.000 toneladas.


Los olivareros esperan que esas cifras mejoren ligeramente con las precipitaciones de los próximos meses, pero dan por hecho que la campaña será mala por la falta de agua, por lo que ponen ya la vista en la de 2023/2024.


DIFERENCIAS ENTRE SECANO Y REGADÍO


"En Andalucía están parados los riegos en estas fechas, no hay agua disponible. Estamos esperando el cambio de tiempo, pero es difícil remontar así", afirma a Efeagro el gerente de la organización agraria Asaja en Jaén, Luis Carlos Valero.

En los cultivos de secano, los árboles están muy afectados y van a tener que recuperarse, teniendo en cuenta la humedad del suelo, según Valero.


El técnico de Olivar de COAG, Carlos Mateos, asegura que los olivos de secano no tendrán producción este año tras verse "arrasados" por el calor y la sequía, mientras que los de regadío se han podido mantener, si bien "el problema será la campaña que viene, ya que si no se recuperan ahora los árboles, no habrá reservas".


Según Mateos, los productores que se abastecen de pozos también tienen muy limitada la disponibilidad de agua.


Para el responsable de Olivar de UPA, Cristóbal Cano, la cosecha de este año "está perdida", pero la del siguiente puede ser también mala si no se recuperan los árboles este otoño, tras dos años de intensa sequía y épocas de temperaturas excepcionalmente altas.


Ante estas circunstancias, sostiene que "un olivar de secano está más acostumbrado a pasar fatiga y el de riego, a poco que reduzcan o supriman la dotación de riego, lo pasa mucho peor".


Según la encuesta nacional sobre superficies y rendimientos de cultivos, el olivar es el cultivo con más superficie regada en España, con 875.531 hectáreas, el 31,6 % de su superficie total.


El método de riego más empleado es el localizado, que se utiliza en el 95 % de la superficie regada y se ha implantado en 142.370 nuevas hectáreas desde 2011.


SOLUCIONES A LARGO PLAZO


La pérdida de olivar es un riesgo, aunque se trate de un cultivo tan resistente como el olivo, y cambiar unos árboles por otros mejores significa años de espera hasta obtener rendimientos.


Cano apuesta por realizar un reparto "más justo y social" del agua de riego, priorizando el olivar tradicional de regadío por su "alta estabilidad y su elevado retorno social y económico”, e intentar que no se escape la menor cantidad de agua de lluvia en el olivar de secano mediante el manejo del suelo y de cubiertas vegetales.


Asimismo, pide "no dar un paso atrás" en infraestructuras que doten de más recursos a la cuenca del río Guadalquivir, con una dotación necesaria de 1.200 metros cúbicos por hectárea para el olivar.


UPA Jaén ha solicitado a la confederación hidrográfica el desembalse extraordinario de 10 hectómetros cúbicos, después de que se desembolsaran 20 hectómetros cúbicos los pasados fines de semana ante la situación alarmante del campo por la sequía.


El gerente de Asaja Jaén critica que, en el borrador del plan hidrológico nacional para el periodo 2022/2027, se haya eliminado la inversión de 25 millones de euros para la construcción de las conducciones de la presa de Siles y de 40 millones para la de la presa de la Cerrada de la Puerta, donde solo se mantienen 5 millones de euros del periodo anterior para realizar un estudio de viabilidad.


El Gobierno ha anunciado que invertirá 2.150 millones de euros para modernizar los regadíos en general y ha aprobado la creación de la Mesa Nacional del Regadío en un momento en el que los embalses están al 31 % de su capacidad.


El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore), Andrés del Campo, subraya que el olivar es "uno de los cultivos que mejor se pueden adaptar a la sequía" y con agua se asegura su producción tanto en explotaciones intensivas como tradicionales.


En las superintensivas, sin embargo, el desarrollo de las plantas es muy superficial porque no tienen que buscar agua en el suelo y, si faltan recursos hídricos, se corre el riesgo de perder el árbol, además de la cosecha, apunta.


"Hay que ajustar el agua existente al momento de máxima necesidad para la planta en el olivar normal y utilizar nuevas técnicas como los riegos deficitarios, que se aplican y se cortan enseguida, para la adaptación a periodos de mayor sequía", añade Del Campo. 

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