Frutos secos, cereales y legumbres

Los arroceros cierran una cosecha mermada por la sequía y con alza de costes

miércoles, 2 de noviembre de 2022


Arroz Albufera Huerta Regadío tracional (Foto Generalitat Valenciana)


Los productores españoles de arroz terminan una cosecha mermada por la sequía, que provocó una fuerte reducción en la siembra, y con problemas de rentabilidad por el alza de costes general que vive el campo.


El Día Mundial del Arroz, este lunes, se conmemora cerca del final de una campaña dura por el clima y la subida de los insumos en España, una situación generalizada en toda Europa, que reduce la oferta de uno de los cultivos más estratégicos del mundo por ser la base de la alimentación de muchos países.


En los arrozales españoles, la falta de agua en primavera provocó una disminución de la superficie y, en consecuencia, de la producción, a lo que los agricultores suman la falta de rentabilidad por el coste de la energía y de los insumos.


El balance de las organizaciones agrarias y de las cooperativas es negativo, aunque la cosecha ha sido diferente según la zona del país, según han declarado a Efeagro los portavoces del sector.


DATOS DE CAMPAÑA


La superficie sembrada con arroz se situó en 56.300 hectáreas, un 34 % menos que la cultivada el año pasado, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.


El presidente sectorial del arroz de Cooperativas Agroalimentarias, Félix Liviano, ha señalado que esa merma se ha traducido en una cosecha que rondará las 331.000 o 332.000 toneladas, cerca de la mitad de las 735.000 toneladas de un año normal (en 2021 ascendió a 632.000 según Agricultura).


Liviano ha detallado que la campaña ha sido "desigual" según la zona arrocera.


Andalucía (donde la superficie bajó un 42 %) y Extremadura (con un -90 % en el área de siembra) han sido las más afectadas por falta de agua, mientras que en la Comunidad Valenciana, Cataluña y Aragón pudieron mantener la extensión de cultivo, si bien en esta última otras fuentes del sector sitúan la caída de la siembra en el 25 %.


España es un país exportador de arroz (pese a que compra variedades de grano largo) y, además, este año la escasez del producto es general en toda Europa, según las cooperativas.


Las cosechas han sido normales o bajas tanto en Europa como en EEUU -gran consumidor- y en los países productores asiáticos, según el gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla, Eduardo Vera, también representante sectorial del sector español del arroz (por Asaja) en el Copa-Cogeca -comité de agricultores europeos-.


Vera ha resaltado la sequía y la falta de rentabilidad por los costes del gasóleo, "que se han duplicado" y por los de los abonos, cuatriplicados".


España exporta arroz al norte de la Unión Europea (UE) y al Reino Unido y también al este de Europa.


Las grandes naciones arroceras son China y Tailandia, aunque cultivan mucho para autoconsumo, según Vera, quien ha recordado que dos tercios de la población mundial tiene ese alimento como base de su dieta, en el lugar del pan.


A escala comercial, ha recordado que los arroceros están pendientes de que la UE apruebe una reactivación de la cláusula de salvaguardia frente a las importaciones de Camboya y Myanmar en 2023, lo que mantendría su importación pero la "adaptaría" a las necesidades europeas.


AGUA Y FITOSANITARIOS


Las organizaciones agrarias han reivindicado una mejora de las infraestructuras hídricas para que en el futuro se puedan aprovechar al máximo las lluvias y sobreviva el cultivo del arroz.


La responsable sectorial de COAG, María Carmelo García, ha explicado que las malas hierbas también dificultan la producción.


En ese sentido, se ha referido a las propuestas de la UE para limitar el uso de fitosanitarios y a la preocupación que genera la disponibilidad o falta de ciertos herbicidas, para los que habitualmente se permite "un uso excepcional".


Desde la Unión Profesional de Arroceros de Sevilla y Cádiz -entidad afiliada a UPA-, Francisco Delgado, ha recalcado que la campaña ha sido un "desastre" y que ya son varios los años con reducciones, por lo que es fundamental la inversión en modernizar los riegos.


Delgado ha añadido otra complicación, la de la nueva Política Agrícola Común (PAC) y sus exigencias sobre el barbecho o la rotación de cultivos, que en el caso del arroz "tienen difícil encaje".


A su juicio, la Administración debería proteger los arrozales, ubicados con frecuencia en humedales, parques naturales y en zonas con importante biodiversidad. 

PUBLICIDAD

SUSCRÍBETE A LA NEWSLETTER

ESTUDIO

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD