Los fabricantes de envases, confusos e inseguros ante el impuesto al plástico

El nuevo impuesto sobre el uso de plástico no reutilizable ha despertado numerosas dudas en el sector de los fabricantes de envases y embalajes, que dicen sentir confusión e inseguridad porque los legisladores no han definido de forma clara sobre qué áreas y productos recae.

El tributo, en vigor desde el pasado 1 de enero, afecta a toda la industria con un tipo impositivo de 0,45 euros por cada kilogramo de este material que fabrique o adquiera.

Desde el Cluster de Innovación en Envase y Embalaje, que agrupa a 70 empresas de la cadena de valor del envase y el embalaje de España, han indicado a Efeagro que en el sector "existe un sentir generalizado de inseguridad" porque "no están asentadas las pautas para llevar a cabo un impuesto especial tan complejo".

"El tema es cómo se ha hecho, sin unas condiciones regulatorias bien definidas que puedan dirimir las dudas que existen sobre qué productos y qué actividades entran y cuáles no", ha expresado el director del Cluster, Jesús Pérez.

REUNIÓN DEL SECTOR PARA ACLARAR DUDAS

Los productos semielaborados son unos de los que están generando más polémicas, según se ha puesto de manifiesto en un reciente encuentro sectorial organizado por el Cluster para tratar de resolver las dudas sobre cómo se aplica el impuesto.

En este evento, el especialista en tributos de la consultora en Innovación y Fiscalidad Ayming, Faysal Assakale, ha indicado que se trata de "la parte más compleja y donde más cabe la interpretación, pues no se clarifica en la normativa qué se define por semielaborado".

El presidente de la consultora ambiental Heura, José Guaita, también presente, ha subrayado que "cada caso requerirá de una investigación exhaustiva para analizar cómo se deben adaptar a la normativa, ya que se convierte en un tema delicado".

Otro aspecto que se contempla en el impuesto al plástico son los envases con un porcentaje de materia prima reciclada, sobre lo que en la reunión sectorial los expertos han insistido en la importancia de contar con certificados de los fabricantes de esta materia prima para poder ayudar a justificar los envases.

En el caso de cómo afecta este impuesto a las etiquetas, han surgido también varias dudas, ya que se especifican como envase aquellas etiquetas que estén colgadas al producto y como parte de él las etiquetas adhesivas.

A pesar de las dificultades, los expertos han apuntado que 2023 será un año de adaptación para las empresas y que "se espera cierta flexibilidad por parte de la Administración en este primer semestre", ya que las empresas "requieren una planificación exhaustiva de sus operaciones", ha comentado Assakale.

CAMBIO DE PARADIGMA

En esta línea, Guaita ha incidido en cómo este impuesto puede servir de aliciente y así fomentar estrategias empresariales para desarrollar envases reciclados y reciclables.

Al impuesto al plástico se suma el nuevo real decreto de envases y residuos de envase aprobado a finales de diciembre, por lo que, en opinión de Pérez, el sector está viviendo "un verdadero tsunami" que "denota un cambio total de paradigma que se va a producir de forma inminente hacia la economía circular".

Las nuevas normativas están generando la "reconversión de la innovación, del equipamiento, de las infraestructuras y de los activos" de las empresas de envases, ha comentado el director del Cluster.

Pérez ha apuntado que se trata de "un proceso de adaptabilidad complejo" que va a implicar "una inversión muy alta para poder conseguir adaptarse", y ha hecho un llamamiento a las administraciones para que den su apoyo "de forma decidida" si se quiere que este nuevo modelo de packaging circular sea una realidad.

Desde la plataforma EsPlásticos, que agrupa a diferentes agentes de la cadena de valor de este material, han indicado a Efeagro que el impuesto al plástico supondrá una "pérdida económica para muchas empresas" además de una "pérdida de competitividad en toda la industria.

En lo que respecta al real decreto de envases, EsPlásticos considera que es un paso adelante hacia una economía circular, pero critica que en algunos casos la prohibición del uso de envases de plástico afectan a la conservación de los alimentos y potenciarán el desperdicio alimentario.