EN NOMBRE PROPIO

Belmonte (UMU): "La desertificación estallará de forma dramática cuando buena parte de los regadíos se abandonen por falta de agua"

viernes, 19 de mayo de 2023

Francisco Belmonte Serrato profesor titular de Geografía Física UMU


Francisco Belmonte Serrato es profesor titular de Geografía Física en el departamento de Geografía de la Universidad de Murcia y es un experto en erosión, desertificación, procesos hidrológicos y relaciones suelo-agua-planta.


Belmonte dedicó su tesis doctoral a la "Interceptación en bosque y matorral mediterráneo semiárido: balance hídrico y distribución espacial de la lluvia neta". Y ha publicado seis libros que tratan desde las "Buenas prácticas para la gestión y conservación de la biodiversidad en ambientes litorales", hasta la "Evaluación, protección y conservación de suelos agropecuarios en el norte de Tamaulipas (México)".


En esta ocasión, el profesor Belmonte nos ha aclarado para nuestra sección 'En nombre propio', de Agrodiario, si nos encontramos ya ante una crisis climática y cómo se está gestionando el agua y las tierras de cultico en la Región de Murcia.


1.- Como experto en Geografía Física, ¿qué datos climáticos del primer cuatrimestre del año han disparado las medidas extraordinarias de las Administraciones?


No se trata de los datos climáticos del primer cuatrimestre del año. El año del calendario que todos conocemos, que se inicia el 1 de enero y finaliza el 31 de diciembre, no se corresponde con los ciclos agrícolas (en secano).  Para la agricultura, el año agrícola o hidrometeorológico, se inicia el 1 de septiembre y acaba el 31 de agosto. Y tampoco se corresponde con el año hidrológico que va desde el 1 de octubre al 30 de septiembre, mucho más acorde con los ciclos de las estaciones climáticas terrestres.  


La agricultura en secano, sobre todo la cerealista, pero también otros cultivos como la vid, el almendro, o el olivar, dependen mucho de las lluvias otoñales e invernales, y en este año agrícola las precipitaciones otoñales e invernales han estado muy por debajo de la media en la mayor parte de España, agravando la situación arrastrada desde el año anterior que también fue más seco de lo normal. Esto no sólo ha afectado a la producción agrícola, sino también al almacenamiento de agua en los embalses, que en mayo se encuentran, en conjunto, por debajo del 50% de su capacidad por segundo año consecutivo. Y, en algunos casos como la cuenca del Guadalquivir y las cuencas catalanas, por debajo del 25% de su capacidad.


En cualquier caso, estas situaciones de sucesión de años secos y húmedos, es una característica propia del clima mediterráneo desde hace varios milenios, que siempre se han resuelto reequilibrando el consumo con los recursos. Es decir, básicamente reduciendo la población, bien por mortalidad a consecuencia de hambrunas, o por migraciones.


Lo que agrava la situación ahora, es que las demandas de consumo aumentan año tras año, a medida que aumentan las actividades económicas y, con ellas la población. A lo que se añade, que  hasta ahora no se han tomado en serio las advertencias sobre las consecuencias del cambio climático (todavía hay quienes lo niegan) y no se han tomado medidas de planificación hidrológica para paliar sus efectos.       


2.- Este progresivo aumento de las temperaturas, que hemos experimentado especialmente en marzo y abril, y la escasez de precipitaciones prolongada en el tiempo, ¿apunta a un proceso de desertización de la Región de Murcia con menos agua y menos vegetación?


De momento, en la Región de Murcia  no podemos hablar de una escasez de precipitaciones prolongada en el tiempo, y, en realidad, el año pasado fue más húmedo del lo normal debido a que las precipitaciones de primavera y otoño estuvieron muy por encima de lo normal.


En cuanto a las temperaturas, se está observando un aumento de las temperaturas medias de otoño y primavera, aunque no tanto las de verano, que llevan a un progresivo aumento de las temperaturas medias anuales.


Esto, con independencia de la posible reducción de las precipitaciones, si lleva a un aumento de la evapotranspiración, ya de por sí bastante elevada en la Región (más de 1.000 mm anuales), y, en consecuencia, a un aumento de la mortalidad vegetal, por estrés hídrico, afectando a su biodiversidad y a la cobertura del suelo que verá acentuada su pérdida por erosión.      


3.- ¿Se está realizando actualmente una buena utilización de los recursos hídricos y del suelo en Murcia, que evite la desertificación, es decir, la pérdida de su fertilidad? ¿Cuál sería una gestión óptima del agua y el suelo?


El problema de Murcia, y en general del sureste peninsular, no es tanto la buena o mala utilización de los recursos hídricos, sino que gran parte de la producción agrícola actual está sustentada en el consumo de recursos hídricos externos que llegan a través del trasvase Tajo-Segura, de una explotación insostenible de los acuíferos y, en menor medida, de agua desalada.


Mientras pueda regarse, y añadirse fertilizantes químicos, la degradación de los suelos no es un problema "visible". Puede decirse que desde la llegada del agua del Tajo, que puso en regadío decenas de miles de hectáreas antes de secano o en regadío precario, y que ha sobrepasado con mucho los límites de las zonas regables por esa infraestructura, con el uso de aguas subterráneas y desaladas, el problema de la desertificación ha quedado en un aparente standby, pero la realidad es que la degradación de los suelos se ha intensificado a medida que se han extendido  los cultivos  intensivos  a áreas de la Región (Noroeste y Altiplano) que antes eran secanos, y a zonas de monte  roturadas y puestas en cultivo intensivo. 


Esa degradación "solapada" es una bomba de tiempo para la desertificación, que estallará, y de forma dramática, cuando buena parte de esos regadíos se abandonen por falta de agua, y la tierra, degradada por la intensidad de cultivo a la que se ha visto sometida, quede a merced de los procesos de erosión, acentuados por un clima que tiende a menos precipitaciones, pero en episodios más intensos, y a un aumento de la evapotranspiración.


Las medidas para una gestión óptima del suelo se conocen desde siempre, y han sido de uso frecuente en la agricultura tradicional, como el uso de estiércol en lugar de fertilizantes químicos, la rotación de cultivos, el descanso de la tierra dejándola en barbecho uno o dos años, u otras como el no laboreo o el mínimo laborero, que además reduce la emisión de CO2 a la atmósfera, o  la siembra de herbáceas en cultivos de arbolado con marcos de plantación amplios, etc.  

       

4.- El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Ambiental (Imida) en un estudio de 2022 afirma que la Región ostenta el "puesto más desfavorable" de la Península Ibérica frente a la desertificación, ¿qué supone esto en términos de erosión o pérdida de suelo?


La región ya es una de las áreas con mayores pérdidas de suelo por erosión, no sólo de España sino de Europa. La mayor parte de la erosión se produce en los suelos agrícolas de secano debido a las prácticas de labranza que dejan el suelo desmenuzado y desprovisto de cubierta vegetal protectora, y, por tanto, fácilmente movilizable por las escorrentías.


También en campos de cultivo aterrazados sobre margas, en los que se produce erosión por piping (tunelación), un tipo de erosión especialmente intensa en la Región de Murcia, sobre todo cuando esos campos quedan abandonados y esos "túneles" acaban derivando en cárcavas y barrancos.


Las previsiones de cambio climático indican una reducción de las precipitaciones, lo que puede incidir en el aumento del abandono de los campos de cultivo de secano, especialmente en suelos margosos, y sin posibilidad de transformación a regadíos, que llevará a un aumento de la erosión de estos suelos.   


5.- La Aemet ha catalogado el último mes de abril como el más cálido y seco desde que existen registros y las predicciones indican que va llover menos, ¿hasta cuándo habrá agua suficiente para los cultivos de secano y de regadío legales en Murcia? ¿Y para el consumo de boca?


Está claro que el cambio climático es ya una realidad, y que las predicciones para toda el área mediterránea indican una reducción de en torno a un 30% respecto a los valores de precipitación actuales de aquí a finales de siglo. Esto obliga a un replanteamiento de la planificación hidrológica en toda la cuenca mediterránea, no sólo en el sureste peninsular.


Con todo, la cuenca del Segura, no es la más afectada, de momento, en cuanto a la reducción de las precipitaciones, la situación es mucho más dramática en la cabecera de la cuenca del Tajo, por ejemplo.  Y además, la cuenca del Segura es una de las cuencas más reguladas de Europa, por lo que ya lleva mucho trabajo adelantado. Pero, en cualquier caso, las administraciones deben empezar a tomarse en serio las predicciones de los modelos de cambio climático, y priorizar políticas encaminadas a solventar el problema de la reducción de los recursos hídricos y el aumento de la demanda.   

 

6.- Según la Aemet, desde el inicio del año hidrológico, en octubre de 2022,  España sufre más calor, menos agua y lluvias torrenciales; a su vez el grupo World Weather Attibution explica que sus modelos de predicción ofrecen datos más bajos que lo que luego marcan las estaciones medidoras. ¿Se ha adelantado la crisis climática que auguraban los científicos desde hace años?


En realidad en lugar de clima deberíamos decir sistema climático terrestre, en el que intervienen multitud de factores y procesos, hidrológicos, atmosféricos, geológicos y  biológicos, muy complejos e interactuando entre sí y alimentados por la energía solar; a los que hay que añadir factores externos de tipo astronómico como la rotación, la traslación o la precesión.

Con esto quiero indicar que desarrollar modelos climáticos no es nada fácil, ya que hay que contar con un enorme cantidad de variables y millones de datos con los que hay que hacer una proyección a futuro.


El problema es que el sistema climático es dinámico, siempre lo ha sido, y los modelos hay que alimentarlos continuamente con nuevos datos, que cambian cada vez de manera más acelerada, debido al continuo aumento de los gases de efecto invernadero que están calentando la atmósfera y los océanos, lo que influye a su vez en el conjunto del sistema. Sí, es posible que la crisis climática se esté adelantando respecto a los que habían previsto los modelos, o no, esto es difícil saberlo         


7.- Los últimos dos meses han sido muy cálidos, unas temperaturas que los investigadores del mencionado grupo World Weather Attribution han calificado de "casi imposibles sin el cambio climático", ¿está de acuerdo con esta información?


Yo no manejo información climática como para pronunciarme en este sentido, pero si los investigadores del grupo World Weather Attribution han realizado  esta afirmación yo no la voy a poner en duda. Sobre todo, porque todos estamos viendo como, cada vez con más frecuencia, sufrimos temperaturas que baten records anteriores. 


8.- ¿Cree que existe un consumo de agua en España demasiado "intensivo" en relación a la que acumulamos en los embalses de las principales cuencas? 


Bueno, esto resulta evidente desde hace ya muchos años. El aumento de la demanda de agua en España se ha disparado y en este momento se está usando más agua que en Alemania que nos dobla en población y también más que en Francia o Italia que tienen 20 y 15 millones, respectivamente, más de habitantes que nosotros.


La mayor parte de ese consumo se lo lleva la agricultura. En España hay unas 4 millones de hectáreas de regadío, frente a las 2.5 millones de hectáreas en Italia o las 1.4 millones de hectáreas en Francia. Por otro lado, también hay que abastecer a una población creciente. Desde los años 60 del siglo pasado, la población española ha aumentado en 17 millones de habitantes. Hasta alcanzar los 47 millones y medio., que consumimos de media en torno a 135 litros por habitante y día. Y a esto hay que sumar 70 millones de turistas, que consumen de media más de 300 litros por turista y día. En este momento hay 25 embalses en construcción y otros 8 en proyecto. Pero seguirán siendo insuficientes, dada la creciente demanda de consumo, sobre todo agrícola y las previsiones de cambio climático.  


9.- ¿Podría un déficit hídrico estructural, esto es, un desequilibrio entre la población de un territorio y el agua de la que dispone, de algunas zonas de España, como Murcia, provocar un abandono de las tierras de cultivo y que se extienda más el proceso de desertificación?


El abandono de cultivos llegará en cuanto deje de haber caudales externos suficientes para el riego. Si no se ponen soluciones, como la sustitución de esos caudales por caudales de desaladoras, el abandono de muchas tierras de cultivo en regadío actuales estará servido. Y como ya se ha comentado esto incrementará inmediatamente la intensidad de los procesos de desertificación.


Pero este aumento de los procesos de desertificación no será el único problema. En 1981, recién iniciada la llegada de caudales del Tajo, la población en la Región de Murcia se situaba en 955.000 habitantes y en 2022  la población alcanza 1.535.000. Casi 600.00 habitantes más. Buena parte de estos nuevos habitantes se han ganado gracias a la actividad directamente agraria y a la industrial y de servicios vinculada, que se ha desarrollado a partir de los caudales del Tajo, que no son recursos hídricos propios. De modo que podemos decir que en 2022 en la región de Murcia, y en el Sureste en general, hay un desequilibrio entre la población actual y los recursos hídricos "propios".


Las Historia está plagada de ejemplos de desequilibrios entre la población y los recursos disponibles (hídricos, minerales, agrícolas, industriales) del territorio en el que se asienta, y todos acaban de la misma forma, con una reducción de la población por aumento de la mortalidad, descenso de la natalidad o, con más frecuencia, grandes migraciones, que en no pocos casos acabaron colapsando civilizaciones enteras.   


10.- Desde el ámbito científico, ¿qué soluciones se proponen para paliar el avance de la desertificación en zonas secas susceptibles al abandono?


La solución más lógica para intentar minimizar el riesgo de erosión en las tierras de cultivo abandonadas, es restituir la cubierta vegetal, mediante especies autóctonas de matorral adaptadas a las situaciones de aridez, intentando utilizar, lo menos posible, especies arbóreas y la alta densidad de plantación que limitarían aún más los recursos hídricos disponibles.


Hace unos años publicamos un trabajo en el que para una zona de matorral de El Ardal (Mula, Murcia) estudiamos lo que denominamos  "óptimo de cobertura vegetal", referido a aquel porcentaje de cobertura en el que coincide el mínimo valor de erosión del suelo, con el mínimo valor de pérdida de lluvia por interceptación de la vegetación, estableciendo ese valor en un 65% de cobertura. Creo que en la restitución de la vegetación en zonas áridas esto debería tenerse muy en cuenta.       


EN NOMBRE PROPIO


Un lugar de vacaciones: cualquier lugar aislado (con preferencia de montaña) en el que pueda sentirme parte del medio natural.

Una comida: en general, toda la comida mediterránea tradicional y si es de cuchara mejor.

Género de cine: soy muy cinéfilo, pero con cierta inclinación hacia la buena ciencia ficción.

Actividad para desconectar: senderismo en entornos naturales

Un sueño para el sector: que recupere la importancia social que le corresponde.

Una fiesta en el año: ninguna.

Un valor: intenta no hacer a los demás lo que no querrías que te hicieran.

PUBLICIDAD

SUSCRÍBETE A LA NEWSLETTER

ESTUDIO

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD