Ciencia

Migrantes ibéricos llevaron la agricultura al noreste de África hace 7.400 años

jueves, 8 de junio de 2023


Estudio migraciones agricultores u00edberos al Magreb (Foto Universidad de Cu00f3rdoba)


Migrantes neolíticos procedentes de Iberia y Levante habrían llevado la agricultura al noroeste de África, según sugiere un estudio que analiza el genoma de nueve individuos procedentes de tres yacimientos arqueológicos marroquíes.


El estudio firmado por investigadores españoles, suecos, británicos y marroquíes que publica Nature, ayuda a resolver un antiguo debate sobre los orígenes de la agricultura en esa parte del mundo.


Hace unos 7400 años, los humanos modernos del noroeste de África pasaron de un estilo de vida basado en la búsqueda de alimentos a otro sustentado en la agricultura y la ganadería.


Algunos estudios sugieren que estas comunidades adoptaron la agricultura sin mezclarse con sus vecinos, de quienes la aprendieron, pero otros indican que migrantes ibéricos se mezclaron con las poblaciones locales o las sustituyeron, introduciendo así la agricultura.


El equipo encabezado por Mattias Jakobsson, de la Universidad de Upsala (Suecia), secuenció los genomas de nueve individuos, procedentes de tres yacimientos arqueológicos marroquíes no muestreados anteriormente, datados hace unos 7600 y 5700 años.


La conclusión fue que "la agricultura fue introducida por los emigrantes ibéricos durante el Neolítico temprano" y los autores proponen que los recién llegados llevaron nuevos métodos, animales domesticados y tradiciones alfareras que los grupos magrebíes locales adoptaron rápidamente.


Durante el Neolítico Medio se produjo otra oleada migratoria, cuando los viajeros procedentes de Levante -la zona ribereña del Mediterráneo oriental que abarca el puente terrestre entre África occidental y Eurasia- introdujeron el pastoreo, indica la publicación.


Posteriormente, las tres ascendencias -magrebí, europea y levantina- se mezclaron, un escenario que es diferente del de otras regiones, como Europa y el África subsahariana, donde los cazadores-recolectores locales fueron sustituidos o asimilados por los agricultores que llegaron.


El estudio, con la participación, entre otras, de las universidades de Córdoba, Burgos y Almería indica que la aparición del Neolítico en el Norte de África fue "fruto de un proceso complejo y poliédrico como pocos, considerando en conjunto los datos arqueológicos observados hasta ahora en el Viejo Mundo".


La originalidad del estudio, según un comunicado de la Universidad de Córdoba, está en la lectura genómica combinada de restos humanos neolíticos procedentes de tres yacimientos clave: la cueva de Kaf Taht el-Ghar en Tetuán, Ifri n'Amr Ou Moussa en la provincia de Khémisset y Skhirat-Rouazi al sur de Rabat.


En el primero se identificaron y estudiaron restos de un pequeño grupo de individuos descendientes de agricultores europeos que se instalaron en la zona hace unos 7400 años.


En el segundo se confirmó la existencia de una necrópolis en una cueva donde fueron sepultados un par de siglos después individuos de ancestría puramente local; esto es, agricultores con cerámica descendientes de cazadores-recolectores autóctonos que adoptaron estas nuevas técnicas de los grupos inmigrantes mencionados.


Por último, en una necrópolis prehistórica mil años más reciente, se identificaron genomas asociados a la expansión de pueblos pastores procedentes del Creciente Fértil, y que la arqueología ya venía detectando en todo el actual norte de África.


La datación de todos esos restos y su estudio genómico permitió constatar que la diversidad biológica y cultural de los humanos que habitaron el territorio hace más de 7000 años pudo estar detrás del éxito de la neolitización en el norte de África, agrega la Universidad de Córdoba.


El estudio indica que mucho antes de la romanización del extremo occidental del Mediterráneo y de la islamización del territorio, los grupos humanos a un lado y otro del Estrecho de Gibraltar ya compartían conocimientos, aspectos culturales y genes.


El investigador de la Universidad de Córdoba y uno de los firmantes del estudio, Rafael Martínez, considera que este trabajo supone “un antes y un después en la comprensión de muchos aspectos relacionados con los procesos de difusión del Neolítico en la región, zanjando la cuestión respecto a su origen en Andalucía y el Magreb.


Martínez agrega que "queda bastante claro el sentido unidireccional del proceso, probablemente desde Iberia, y que sitúa la decoración impresa de estas primeras cerámicas marroquíes en el conjunto de las primeras cerámicas impresas del Mediterráneo Occidental, incluyendo la península italiana, el sur de Francia y el mediterráneo ibérico”.


La investigadora Cristina Valviosera, de la Universida de Burgos estima que se trata de un trabajo "con enormes implicaciones" en la historia genómica del Norte de África.

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