Los robots son generalmente utilizados en la manufactura de productos de alimentación y generalmente menos empleados en el campo abierto o en los invernaderos, cuya función es contribuir al ciclo productivo agrícola.
No obstante, esta tendencia poco a poco está cambiando y la tecnología robótica aplicada al sector agrícola se encuentra en un estado de desarrollo avanzado, con algunas realizaciones que se encuentra en pleno proceso de comercialización.
En 2011, dos jóvenes ingenieros franceses, Aymeric Barthes y Gaëtan Séverac, conscientes de la necesidad del sector agrícola en optimizar sus recursos, quisieron ayudar a la automatización de esta industria. Para ello, comenzaron a colaborar con los agricultores para diseñar, fabricar y comercializar robótica eléctrica capaz de desherbar, sin necesidad de hacerlo a mano.
Desde entonces, la empresa francesa Naïo Technologies ha desarrollado tres desmalezadoras robotizadas, eléctricas y autónomas, destinadas a eliminar las malas hierbas de los cultivos tradicionales que se establecen en hileras.
Oz, diseñado para pequeñas granjas e invernaderos, Ted y cuyo diseño está centrado para viñedos y, por último, Dino, capaz de combatir las malezas en granjas de hortalizas a gran escala.
Según explica Maxence Guillaumot, ingeniero para Naïo Technologies en España, “estas máquinas no sólo minimizan nuestra dependencia de potentes herbicidas químicos, sino que también resuelven la grave escasez de mano de obra agrícola”.
Vehículo insignia
El vehículo insignia de Naïo Technologies es Dino, una herramienta creada en 2017, idónea para combatir las malezas en granjas de hortalizas a gran escala.
El robot está compuesto por cuatro motores eléctricos alimentados por baterías de litio, capaces de mover a esta herramienta a 4 km/h y trabajar durante ocho horas por día, con una capacidad de trabajo de hasta 4 hectáreas diarias.
Un vehículo totalmente autónomo y robusto para funcionar al aire libre en todas las condiciones climáticas.
Antes de iniciar el desyerbado, las parcelas de los agricultores se cartografían con el robot, con la sembradora/plantadora donde se habrá instalado la antena GPS RTK o por medio de drones.
Dino recorre su campo de forma autónoma con una precisión de 2 cm gracias a un software de guía que combina la información del GPS RTK y otros sensores. Con la ayuda de una cámara, este vehículo detecta las líneas de cultivos y ajusta las herramientas para desherbar lo más cerca posible de las plantas.
“Los clientes se sorprenden siempre por su facilidad de uso”, señala Guillaumot, quien añade que “una de las prioridades de Naïo Technologies es hacer que las soluciones innovadoras de robótica agrícola sean accesibles para todos”.
Otra de las ventajas de Dino es que “se puede adaptar a todos los cultivos como, por ejemplo, el apio, coliflor, brócoli, lechugas, remolachas, entre otros” aseguran desde la compañía.
Desde la empresa, destacan el beneficio que su uso puede aportar a los agricultores de la Región de Murcia. “El sector hortofrutícola murciano tiene los mismos retos que en California, relacionados con el medio ambiente y la escasez de agua. Dino es una nueva tecnología que permite reducir insumos como los herbicidas, plásticos o los combustibles fósiles y, al mismo tiempo, preservar la productividad y aumentar la calidad de los productos. Al familiarizarse con sus robots, las fincas podrán reducir sus costos de producción y asegurar un futuro más sostenible para la agricultura murciana. Totalmente automáticos y más ligeros, los robots agrícolas Naïo permiten planificar las tareas de deshierbe cuando sea el momento adecuado” señala Guillaumot .
Resultados en otros países
Hoy en día, muchos agricultores cuentan con este instrumento, ya que la empresa ha comercializado más de 30 herramientas Dino y 170 robots Dino, Oz y Ted en el mundo.
California es uno de los lugares donde esta herramienta cuenta con 2 años de experiencia y donde los productores “están encantados con la automatización de tareas”, afirma el ingeniero para Naïo Technologies en España.
“Los resultados de este año han superado nuestras expectativas ya que hemos hecho más de 500 hectáreas con dos robots en siete meses. La demanda fue mayor que nuestra capacidad de trabajo, por eso el próximo año trabajaremos con un mínimo de cinco robots para poder satisfacer la creciente demanda de los clientes” concluyen desde la empresa.