La asociación Gandeiros Galegos da Suprema solicita a la Consellería do Medio Rural que habilite una línea de ayudas específica para las explotaciones de carne gallegas que tienen que adaptar sus instalaciones para seguir produciendo al amparo de este sello de calidad, que representa “lo mejor que hay en la Indicación Geográfica Protegida Ternera Gallega Suprema”.
El presidente de este colectivo, Santiago Rego, precisó este martes a la prensa que esta petición está relacionada con el acuerdo alcanzado en el pleno de la IXP para que la finalización de la crianza de los animales que serán sacrificados y certificados como Ternera Gallega Suprema se realice en el interior de las explotaciones, en estabulaciones debidamente habilitadas.
“En realidad sigue todo igual, con animales que serán amamantados hasta los siete meses. Lo que cambia es el final del proceso de crianza, dado que deberán estar estabulados durante los dos últimos meses de vida”, explicó Rego.
Aclaró que esta medida se ha adoptado para presentar “un producto homogéneo” en el mercado y perfectamente “diferenciado, porque no hay nada mejor en la IXP”.
En todo caso, habida cuenta de que supone un cambio importante en el proceso de producción y que algunas explotaciones tendrán que adaptar sus instalaciones para llevarlo a cabo, recordó que “hay una moratoria de dos años”.
En ese tiempo, las granjas tienen que adaptarse a esta nueva exigencia, pero el presidente de Gandeiros Galegos da Suprema confía en que los ganaderos no estén solos en ese proceso. “Le pedimos a la Consellería una línea de ayudas específica, para que nadie se quede fuera”, concluyó.