El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer lunes una resolución, fechada el 18 de septiembre de 2024, de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental por la que se formula declaración de impacto ambiental del proyecto para la explotación temporal de la batería de pozos de sequía de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), en el acuífero Vega Media y Baja del Segura.
En la misma se explica que, dado que los pozos de sequía ya se encuentran construidos, la evaluación ambiental se limita a su explotación por un periodo máximo de cuatro años. Ambos estudios de impacto ambiental establecen el volumen máximo anual y mensual de extracción para cada sondeo, siendo el máximo anual permitido de 48 hm3 conjuntamente.
En concreto, se contempla la extracción de hasta 32 hm³ anuales en el sector de la Vega Media a través de 32 de los 34 pozos de sequía del organismo de cuenca en el término municipal de Murcia, y de hasta 16 hm³ anuales en el sector de la Vega Baja a través de 20 de los 31 pozos de sequía de la CHS en los términos municipales de Orihuela, Callosa del Segura, Jacarilla, Albatera, Cox, Benejúzar, Almoradí y Rojales en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana) y de Murcia y Santomera (Región de Murcia) (en adelante BES Vega Baja).
Todos los pozos están construidos y han estado operativos en anteriores periodos de sequía. Se encuentran equipados con bombas sumergidas y tuberías de impulsión y, en su mayoría, con contador para control de caudales y volumen extraído. Las bombas son eléctricas y conectadas a la red general de suministro eléctrico o a generadores de combustión.
En la BES Vega Media hay 20 sondeos, que vierten el agua extraída directamente al cauce principal del río Segura, 11 vierten a acequias y 3 vierten aguas tanto al cauce principal del río Segura como a acequias. La BES Vega Baja está compuesta por 16 sondeos, que vierten el agua extraída directamente al cauce principal del río Segura, 8 que vierten las aguas a acequias y 7 que vierten aguas tanto al cauce principal del río Segura como a acequias.
Dado que uno de los efectos más importantes de la explotación de los pozos de sequía, constatado en anteriores periodos, es la subsidencia del terreno asociada al descenso provocado en los niveles piezométricos, los estudios prevén que, al finalizar cada ciclo anual de bombeo, se mantengan los pozos parados por un periodo mínimo de un mes, para favorecer una recuperación parcial.