Proponen técnicas ecológicas para el olivar en pendiente frente a un laboreo continuo

Un equipo de investigadores del Ifapa y de la Universidad de Granada ha evaluado cómo afecta el manejo del suelo a la biodiversidad y a los cultivos del olivar en pendiente y han recomendado aplicar técnicas ecológicas frente al laboreo continuo, que perjudica y erosiona el terreno.

Estos expertos han propuesto aplicar técnicas ecológicas en el olivar en pendiente para mejorar su rentabilidad y sostenibilidad, lo que además incrementa sus beneficios y las funciones del suelo y evita así los procesos de abandono.

El olivar en pendiente es un sistema de cultivo que se caracteriza por una topografía abrupta, elevaciones desiguales del terreno, difícil acceso y la baja calidad del suelo, es decir, que a causa de la falta de nutrientes sufre procesos erosivos.

Este problema se agrava debido al laboreo continuado del suelo, que además presenta dificultades para mecanizar los procesos, genera baja rentabilidad económica y elevados costes de producción.

"Por estos motivos, muchas parcelas terminan abandonándose. Esto causa que se pierda actividad socioeconómica en distintas zonas de olivar en pendiente que suponen el 26 % de la superficie total de este cultivo en Andalucía", ha explicado a la Fundación Descubre el investigador de Ifapa, Francisco Bruno Navarro.

Por otro lado, diferentes estudios avalan que el abandono de este tipo de olivar ayuda a preservar la riqueza biológica y favorecer los servicios ecosistémicos.

Sin embargo, para evitar la pérdida de ingresos y abandono rural, los investigadores han propuesto una solución intermedia, la del cultivo ecológico con cubierta vegetal que es una cobertura de plantas vivas y restos de biomasa que protegen el suelo de la erosión, entre otros beneficios.

"Se trata de un sistema de cultivo más natural y rentable que ayuda a frenar los procesos erosivos y la escasez de biodiversidad", ha añadido Navarro.

Para definir qué tipo de cultivo podría permitir rentabilizar el olivar en pendiente, los científicos han evaluado el manejo y el uso del terreno en 20 parcelas andaluzas situadas en Córdoba, Jaén, Granada y Málaga y cómo afectaban a la biodiversidad del suelo de zonas secas, áridas y húmedas y compararlas.

Los expertos han analizado además seis tipos de cultivo, desde el ecológico con laboreo del suelo o con cubierta espontánea al convencional, y han valorado la diversidad de lepidópteros.

Con estos datos han concluido que el sistema de laboreo actual resulta más erosivo y perjudicial para el suelo, mientras que el ecológico con cubierta vegetal es la alternativa más sostenible.

"Además, si se implementase, los agricultores podrían acceder a ayudas económicas públicas para este tipo de cultivos y su producción sería más rentable", ha explicado el investigador principal.