Naturaleza

Revelan los "múltiples beneficios" de las charcas del ganado para las aves terrestres

jueves, 4 de enero de 2024


Charca de agua biodiversidad (Foto UMU)


La Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad de Murcia participan en un estudio que demuestra que los pequeños cuerpos de agua asociados a la ganadería extensiva, como charcas y abrevaderos, desempeñan “un papel crucial” en el mantenimiento de las comunidades de aves en ecosistemas agroforestales.


La investigación, liderada por la Universidad Miguel Hernández de Elche, revela que golondrinas, pardillos, cuervos y “multitud de otras aves” acuden a las charcas ganaderas para beber, bañarse, alimentarse e incluso recoger barro para construir sus nidos, obteniendo “múltiples beneficios”.


Los resultados apuntan a que hasta 80 especies distintas de aves utilizan estas fuentes de agua en la Región de Murcia, según indica la UCM en una nota.


El estudio, publicado en la revista ‘Agriculture, Ecosystems & Environment’, ha contado con seis investigadores que realizaron censos de aves en 39 charcas y abrevaderos distribuidos a lo largo de diferentes espacios naturales de la Región de Murcia, abarcando un amplio gradiente ambiental, desde las comarcas más áridas del litoral hasta las zonas más húmedas del noroeste murciano.


Durante los censos registraron las especies de aves que acudían a las charcas y abrevaderos, así como el tipo de uso que hacían estos animales en el entorno de los pequeños cuerpos de agua, con lo que obtuvieron información sobre qué tipo de aves utilizan las charcas y los abrevaderos para obtener beneficios y qué tipo de ventajas obtienen.


Con ello, han demostrado que los beneficios no son solamente los de ofrecer agua, como ya se conocía, sino que ofrecen hasta otras cinco "importantes funciones ecológicas" para las aves terrestres, como son la provisión de alimento a las aves a través de insectos emergentes, darles un lugar para bañarse y para colectar barro de las orillas para construir el nido, encontrar refugio en la vegetación adyacente e incluso emitir cantos o llamadas territoriales.


Por todo ello, los investigadores advierten del peligro de que estos pequeños cuerpos de agua están desapareciendo “a marchas forzadas” de los paisajes, y resalta la necesidad de poner en marcha estrategias de gestión que tengan en cuenta la “importancia trascendental” de estos pequeños cuerpos de agua en el funcionamiento de los ecosistemas mediterráneos. 

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