Comercio Exterior e Interior

Las ventas de porcino europeo a Rusia pueden retrasarse a 2018, según Copa-Cogeca

martes, 23 de agosto de 2016


La reanudación efectiva de las exportaciones de porcino europeo a Rusia podría retrasarse hasta 2018 si Moscú decide finalmente recurrir el dictamen de la Organización Mundial del Comercio (OMC), entidad que considera que este veto no se ajusta a la legalidad.


Así lo han alertado desde el comité de Organizaciones Agrarias y Cooperativas Comunitarias (Copa-Cogeca), que se ha congratulado por las conclusiones de la OMC pero advierte de que si Rusia apela, los ganaderos pueden tardar mucho tiempo todavía en percibir los efectos de la retirada de esta prohibición.


"Acogemos con agrado el hecho de que la OMC haya confirmado que el veto de Rusia a importar cerdos vivos, su carne y otros productos del cerdo procedentes de toda la UE es ilegal de acuerdo con las normas de comercio internacionales", ha subrayado el secretario general de Copa-Cogeca, el finlandés Pekka Pesonen.


No obstante, ha señalado que parece probable que las autoridades rusas recurran este dictamen en los próximos 60 días, lo que supondría "que los ganaderos puedan no ver los beneficios" del levantamiento del veto "antes de 2018".


"Rusia solía comprar el 24 % de las exportaciones europeas (de porcino), con un valor anual cercano a los 1.400 millones de euros", ha recordado.


Por este motivo Pesonen ha insistido en que el sector porcino comunitario continúa atravesando un momento "delicado".


"Urgimos a la UE a mantener sus esfuerzos para reabrir este mercado", ha defendido el secretario general de Copa-Cogeca.


El informe de la OMC -organización que actúa como instancia de arbitraje entre países miembros- que censura las restricciones rusas al porcino europeo señala que este veto es contrario a sus obligaciones comerciales internacionales.


El argumento ruso para adoptar la medida fue la detección de varios casos de fiebre porcina africana en Letonia, Lituania y Polonia en los primeros nueve meses de 2014.


A finales de ese año, las autoridades de Rusia impusieron restricciones a todos los países de la UE, lo que Bruselas juzgó como una reacción desproporcionada ante un problema que estaba geográficamente muy localizado. EFEAGRO

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