Regadíos y Abastecimientos
Asaja Alicante teme una "estampida" de empresas exportadoras que suponen un importantísimo motor económico para la provincia y la Comunidad Valenciana

La falta de agua causa la pérdida de 1.000 hectáreas de hortalizas y la merma de un 40% de la cosecha del limón

martes, 9 de enero de 2018


CampoCultivohortalizaFotoGeneralitatValenciana


Jóvenes Agricultores Asaja Alicante ha afirmado que la falta de precipitaciones durante el pasado otoño y lo que llevamos de invierno, sumado a la "nula previsión política ante una situación de grave sequía, de cual llevamos avisando más de dos años", ha provocado que ya se contabilicen pérdidas en la comarca de la Vega Baja de más de 1.000 hectáreas de hortalizas. 


Asimismo, "la campaña del limón, fruto del que producimos el 40 por ciento a nivel nacional, también está tocada y los agricultores estiman que el 40% del frutose ha quedado bajo de calibre y no va a poder comercializarse", alertaron descde la organización agraria. 


Precisamente, la Comisión Técnica del Agua de la Diputación de Alicante, a la que pertenece Asaja, ha alcanzado el acuerdo de pedir al Ministerio un riego de socorro del trasvase Tajo-Segura de 50 hectómetros cúbicos.


Y es que, añadieron, "la falta de precipitaciones durante el pasado otoño y el recién estrenado invierno, sumado a la grave inoperancia política en materia hídrica, incapaz de planificar acciones efectivas ante un escenario de sequía extrema del que las organizaciones agrarias, expertos climatológicos del Foro Pro Agua y de la Universidad de Alicante, llevamos alertando desde hace más de dos años, ya tiene sus consecuencias". 


Desde Asaja Alicante han contabilizado la pérdida de más de 1.000 hectáreas de hortalizas en la comarca de la Vega Baja, que afectan principalmente a cultivos de alcachofas, lechuga, brócoli, coliflor, patatas, boniatos, entre otros. A su vez, la producción citrícola, "uno de nuestros cultivos estrella por extensión y rentabilidad, también ha está tocada". 


Así, más del 40% del limón fino "se ha quedado bajo de calibre y no va a tener salida comercial al exterior y, de lograr colocarlos en mercados nacionales, los precios pueden ser ínfimos, por lo que nos enfrentamos a pérdidas de millones de euros que deben afrontar nuestros empresarios agrícolas".


Desde Asaja apuntaron que, "además de la perdida de cultivos y del mazazo económico para los productores en la presente campaña, la sequía ha provocado que las grandes empresas exportadoras instaladas en la Vega Baja comiencen a estudiar plantar en otras Comunidades Autónomas con mayor disponibilidad de agua para poder atender las demandas de los mercados europeos". 


TEMEN UNA "ESTAMPIDA" DE EXPORTADORAS


Por ello, "aparte de una fuga de inversiones en nuestra provincia", la organización agraria teme una "estampida" de empresas exportadoras "que suponen un importantísimo motor económico para la provincia y la Comunidad Valenciana".


Por otra parte, desde Asaja Alicante reivindican una mejor redistribución de la poca agua disponible para los regadíos tradicionales, "donde hay agricultores que llevan meses sin una gota de agua y, otros, en cambio, gracias a la situación de sus fincas, están regando todas las semanas".


DAÑOS POR LAS HELADAS


Asimismo, la falta de agua también hace a los cultivos y los árboles mucho más sensibles y vulnerables ante las heladas y esta es otra consecuencia de la sequía. “Si el termómetro baja de cero grados por las noches, como ocurrió la pasada madrugada y se espera en las próximas noches, el daño por sequía será aún mayor, puesto que las plantas, al llevar tanto tiempo sin recibir agua y no tener humedad, son muy vulnerables a temperaturas bajo cero y, además de afectar al fruto, pueden incluso quemar y matar el árbol", explicó el presidente de Asaja Alicante, Eladio Aniorte.


Aunque aún es pronto para realizar valoraciones globales de las heladas que se produjeron el 5 de diciembre en zonas como el Vinalopó y la Vega Baja, ya que éstos se ven principalmente en la época de recolección, sí que se espera que en próximas semanas se puedan contabilizar "mermas en cítricos y hortalizas que, debido a la falta de agua, son más vulnerables a temperaturas extremas. De haber tenido el agua que necesitaban, las heladas no hubiesen hecho mella”, concluyó.

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