Más de 30 grandes empresas alimentarias son insolventes cada año en el mundo

Más de 30 grandes empresas agroalimentarias se declaran insolventes cada año de media en el mundo, según las conclusiones de un informe difundido este martes por la compañía de seguros de crédito Solunion.

Uno de sus accionistas, Euler Hermes, ha elaborado un estudio en el que se observa que, desde 2017, han crecido las grandes insolvencias en la industria agroalimentaria, superando la treintena de media al año.

En ese sentido, los ingresos combinados de las empresas que se declararon insolventes subió de 6.400 millones de dólares (unos 5.760 millones de euros) en 2018 a 20.000 millones de dólares (18.000 millones de euros) en 2019.

El año pasado se registraron un total de 34 grandes insolvencias: 10 en Europa occidental; 9 en Europa central y oriental; 9 en Asia-Pacífico y 6 en Norteamérica.

Esas situaciones contrastan con el buen funcionamiento que muestra la industria agroalimentaria a nivel global, en parte por el aumento de la población mundial, en especial en Asia, según el estudio.

Entre los desafíos a los que se enfrenta, figuran el cambio en los hábitos alimentarios, especialmente en Occidente, donde ha aumentado la demanda de productos más sanos; o la necesidad de reducir la huella de carbono en la producción de alimentos.

También influyen los "conflictos comerciales", que están obligando a las empresas a diversificar sus canales de suministro; y la subida de los salarios, que suponen el 11 % de todos los gastos de explotación en el sector.

El informe se refiere, igualmente, a la "incapacidad de las empresas que elaboran productos alimenticios para repercutir en los clientes los mayores costes de los insumos debido a la falta de poder de fijación de precios".

Según sus previsiones, la tasa del margen operativo del conjunto de la industria agroalimentaria caerá al 9 % en 2020, frente al 10,2 % de 2018.

Los costes de explotación expresados en proporción con los ingresos aumentarán al 21,8 % en 2020, frente al 20,4 % de 2015, lo que muestra un crecimiento más rápido que los ingresos.

Aunque el sector no se encuentra todavía cerca de una posición de pérdidas, estos nuevos riesgos en los gastos de explotación de las empresas agroalimentarias podrían impactar en su rentabilidad futura, según los autores.