Frutos secos, cereales y legumbres

Comienza la siega del arroz con buenas perspectivas por la bajada de importaciones

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Arroz Albufera Huerta Regadío tracional (Foto Generalitat Valenciana)



Las primeras labores de la siega del arroz han empezado en la marjal de Pego-Oliva, con la recogida de la variedad bomba, y en unos pocos días lo harán en la Albufera con buenas perspectivas comerciales debido a la estabilidad en el volumen de producción y al descenso previsto de las importaciones como consecuencia de la covid-19.


La Asociación Valenciana de Agricultores (Ava-Asaja) considera que las importaciones procedentes de países asiáticos como Vietnam, Myanmar o Camboya bajarán esta campaña ya que varios países terceros han decidido, con motivo de la pandemia, asegurarse el abastecimiento de este cereal para las necesidades internas de su población y, por tanto, reducir sus exportaciones con destino a la Unión Europea.


Según el responsable de la sectorial del arroz de Ava-Asaja, Miguel Minguet, por el momento todo parece prever que el mercado valenciano del arroz estará este año más equilibrado.


Minguet, vicepresidente del grupo de trabajo del arroz en el Copa-Cogeca, recuerda que en los últimos tiempos la Comisión Europea, con "la complicidad" del Gobierno español, ha abierto las fronteras a "cada vez más arroz foráneo que, sin aranceles y en unas condiciones de competencia desleal desde el punto de vista fitosanitario y ambiental, inundan el mercado europeo y hunden los precios".


El Ministerio de Agricultura, según afirma, reconoce que las importaciones récord de arroz asiático restan competitividad a los arroceros españoles, pero al mismo tiempo sigue impulsando nuevos acuerdos como el de Vietnam y Mercosur.


Minguet ha advertido de que, ante crisis impredecibles como esta pandemia, cada país vela por sus intereses y "si nos quedamos sin arroz o cualquier otro producto agrario, los europeos se pueden encontrar con consecuencias nefastas en desabastecimiento".


Ava-Asaja estima una producción valenciana de arroz similar a la media de la última década, en torno a las 110.000 toneladas, que constata una excelente calidad y garantiza los máximos estándares de sostenibilidad ambiental.


Pero lamenta que los arroceros se han visto obligados a asumir importantes sobrecostes a la hora de combatir las malas hierbas, ya que la no disponibilidad de suficientes herbicidas autorizados genera resistencias, aumentando el número de tratamientos y elevando los gastos en mano de obra.


Asimismo, las lluvias primaverales han retrasado el ciclo de cultivo y han añadido dificultades en el abonado.


Minguet reivindica a las administraciones más investigación y agilidad para poner a disposición de los arroceros un número suficiente de productos fitosanitarios y biológicos que resulten eficaces para frenar las crecientes malas hierbas y enfermedades que atacan al cultivo.


"Nuestro arroz, que es extraordinariamente apreciado por los consumidores y tiene una función esencial en la preservación de los parques naturales donde se cultiva, debe contar con las herramientas de control necesarias y en ese aspecto tan elemental la clase política está fallando de una manera clamorosa por anteponer la ideología a los criterios científicos", ha lamentado. 

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