OPINIÓN

2021: El año del reconocimiento al sector agroalimentario

jueves, 7 de enero de 2021

FOTO OPINION FRANCISCO MARTINEZ ARROYO min



Comienza un nuevo año, de ilusión y esperanza, tras un 2020 anómalo, en el que hemos vivido una situación jamás imaginada por ninguno de nosotros y que estoy convencido marcará para siempre nuestras vidas. No puedo comenzar este 2021 sin acordarme de los que más han sufrido en estos meses, de aquellos que nos han dejado debido a la enfermedad causada por el coronavirus y de los que hoy siguen luchando haciéndola frente.


Tras ellos, el merecido reconocimiento que todos debemos hacer como una sociedad unida, a los trabajadores esenciales, que lo eran antes, y también ahora, porque sin ellos no habríamos conseguido estar hoy en un punto en el que vemos por fin el final de esta pandemia. Los sanitarios, los trabajadores sociales y sociosanitarios, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, el personal de limpieza, los restauradores y trabajadores de hostelería, los maestros y profesores.., y por supuesto, a los que hasta ahora parecían invisibles a los ojos de muchos: los eslabones de la cadena agroalimentaria: desde el agricultor o ganadero, el transportista y trabajador en una tienda, que se han descubierto más imprescindibles que nunca ante el consumidor y que por fin han sido valorados como se merecen.


Esta fuerte cadena es la responsable de que disfrutemos de los mejores alimentos, los de la dieta mediterránea y de la mayor garantía de calidad y seguridad alimentaria que se puede encontrar hoy en el mundo; tenemos mucho que agradecerles. Y esa valoración social, no debe perderse en este 2021. Hoy comenzamos un año con la llegada de vacunas que nos hacen sentir esperanza, cuando el pasado lo hacíamos con las reivindicaciones de los agricultores y ganaderos pidiendo precios justos para sus productos, en definitiva, precios rentables para sus explotaciones.


Y si en los doce meses que hemos concluido hemos aprendido, o deberíamos haberlo hecho todos, la importancia que tiene el trabajo de los agricultores y ganaderos y del conjunto de la cadena agroalimentaria, estos otro doce meses que nos quedan por descubrir, deben ser los de afianzar ese reconocimiento a ese cerca de un millón de heroicos agricultores y ganaderos españoles que, además, son el alma de nuestro medio rural, olvidado secularmente, y, a los que ahora, a raíz de la pandemia, se les ha colocado en el lugar que deben estar: visibles como esenciales para que nuestra sociedad pueda funcionar correctamente.


En 2021 hago un llamamiento a todas y todos para encontrar las formas de reconocer esta realidad y apoyar al sector. Ellos no nos han dejado atrás y, debemos responder, no olvidándolos.


Las previsiones de caída del Producto Interior Bruto (PIB) para este año por comunidades autónomas, ponen de manifiesto que las que tienen un mejor comportamiento, es decir, una menor caída, son aquellas en las que el peso del sector agroalimentario es más acusado. Por ejemplo en Murcia (con una disminución del PIB en un 7,3%) o Castilla-La Mancha (-7,5%), así como Extremadura (-7,9%) y Aragón (-8,2%). Son en las que menos decrece su economía, según el Informe de previsiones de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), publicado en diciembre del año pasado.


En el caso de Castilla-La Mancha, será la primera comunidad autónoma a nivel nacional que menos va a decrecer en el año recién iniciado respecto a 2019, un 2,3 por ciento, gracias al peso del sector agroalimentario que en nuestra región es fundamental y nos va a ayudar a salir de la crisis. Aquí, el sector agroalimentario representa un 16 por ciento del Producto Interior Bruto, superando a la media nacional. Somos una comunidad mayoritariamente rural, asentada al territorio, a nuestros pueblos y por tanto al sector que genera empleo y fija la población en nuestro territorio que no es otro que el agroalimentario.


En toda España este 2021 nos tenemos que poner como objetivo seguir reconociéndolo como pilar básico de nuestra sociedad.


Recién publicados los datos de desempleo, tras un año duro, el sector sigue tirando del carro. En diciembre se reduce en 1.311 respecto al mes anterior a nivel nacional (un 0,71 por ciento), el último mes del año en el que la agricultura ha creado 307.009 contratos. Es el único sector que, según los datos del SEPE de diciembre de 2020, ha descendido en desempleo, frente al incremento de los demás, lo que demuestra su fortaleza pese a los tiempos que vivimos.


Para este año hay tres pilares muy importantes que nos marcarán el futuro como las agujas de un reloj.


La Política Agraria Común (PAC) vuelve a ser una herramienta esencial para garantizar la renta de los agricultores y ganaderos y reconocerles su papel. Este año se ha cerrado un acuerdo fundamental sobre el presupuesto ordinario de la UE de aquí al 2027, y sobre los fondos extraordinarios para la recuperación de la economía tras la pandemia, en total hasta 1,8 billones de euros para toda la UE. 


En este marco, la PAC ha conseguido mantener su presupuesto, unos 357,5 mil millones de euros, más 7.500 millones de euros extra de los fondos Next Generation para su incorporación a los programas de desarrollo rural. Para España, unos 42 mil millones de euros, 34.000 para ayudas directas y 7.800 millones para políticas de desarrollo rural, más 729 millones de los fondos Next Generation. Una utilización eficiente de las ayudas y un enfoque de la política orientado a los consumidores, para aumentar su sensibilización sobre la importancia de la agricultura, son muy necesarios. En primavera de este año, entre todas las comunidades autónomas, esperamos tener cerrada la posición nacional, muy orientada a los profesionales, la agricultura familiar y los jóvenes.


Y hablando de jóvenes, otro pilar de este 2021, seguirá siendo el  relevo generacional en el campo, la incorporación de jóvenes al sector, y el fomento de la presencia de mujeres. Es un factor decisivo para la innovación y la mejora tecnológica en la agricultura y la ganadería. Ejemplos como los 2.660 jóvenes incorporados en los últimos cuatro años en Castilla-La Mancha, todos con el apoyo de la Consejería de Agricultura, ponen de manifiesto que el relevo generacional es un objetivo realista, además de imprescindible para la vitalidad de nuestro medio rural. Una política que vamos a continuar apoyando con una nueva convocatoria este año.


En tercer lugar, el reequilibrio de las relaciones entre los eslabones de la cadena agroalimentaria es también una cuestión prioritaria, potenciando el desarrollo de la Ley de la Cadena, apostando por el impulso a la integración comercial de la industria agroalimentaria, principalmente de la cooperativa, fomentando los canales cortos de comercialización, la venta directa en las explotaciones y la promoción en los mercados internacionales para consolidar e incrementar nuestras exportaciones.


Las tres son líneas de trabajo para este 2021 en el que nuestro sector agroalimentario, nuestros agricultores y ganaderos, van a seguir siendo esenciales y la base de nuestra sociedad.


Francisco Martínez Arroyo

Consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha

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