Industria Agroalimentaria

Las empresas agroalimentarias acortan los plazos de pago ante el riesgo de impagos

miércoles, 16 de noviembre de 2022


Trabajadoras en la envasadora de una empresa pimentera dedicada a la exportación (Foto Junta de Andalucía)


Las empresas agroalimentarias están acortando los plazos de pago pactados ante la percepción de un mayor riesgo de impago, según el último Barómetro de Prácticas de Pago difundido por la empresa Crédito y Caución.


El informe apunta que el 46 % de las facturas 'B2B' o de empresa a empresa del sector agroalimentario se ven afectadas por la morosidad y un 8 % adicional resultan impagadas.


Indica que el sector agroalimentario se ha visto gravemente afectado por la crisis energética mundial, las interrupciones de la cadena de suministro y las tensiones geopolíticas.


El barómetro muestra que los plazos de pago pactados por la industria agroalimentaria se sitúan en una media de 45 días y que las empresas están concediendo plazos más cortos para proteger la rentabilidad del negocio ante la percepción de un mayor riesgo de impago.


Resalta que, a pesar de los grandes esfuerzos por contener la exposición al riesgo de crédito de los clientes, se produjo un deterioro del periodo medio de cobro, que se sitúa en los 87 días.


Esto indica -según fuentes de Crédito y Caución- un importante problema de morosidad por parte de los clientes B2B, ya que el 51 % de las empresas del sector encuestadas para el barómetro afirmaron que estos retrasos en los pagos se debían principalmente a la falta de liquidez de los clientes.


De cara a 2023, el 42 % de las empresas agroalimentarias consultadas para este estudio no prevé cambios importantes en el periodo medio de cobro, pero un porcentaje similar espera un deterioro significativo, lo que refleja, según las mismas fuentes, el creciente interés por la gestión estratégica del crédito.


Añade que el sector agroalimentario está dedicando más tiempo y recursos a la persecución de deudas impagadas y ofreciendo descuentos por pago anticipado y que estas firmas muestran una preocupación especial ante la posibilidad de que aumenten las insolvencias impulsadas por la crisis energética y las interrupciones de la cadena de suministro.

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