Ciencia

Identifican bacterias en el olivar que lo protegen frente a desafíos ambientales

lunes, 10 de julio de 2023


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Un equipo de investigación de la Universidad de Jaén (UJA) ha identificado un colectivo de bacterias ‘durmientes’ en las hojas y el suelo de cinco olivares de Jaén y Málaga, que los protegen frente a desafíos ambientales y ejercen como abono y segundo ‘sistema inmunológico’ de la planta.


En concreto, los expertos han aislado y analizado genes de 417 bacterias del género Bacillus spp., microorganismos beneficiosos que poseen la capacidad de formar esporas e ‘hibernar’ para superar condiciones externas adversas y ‘revivir’ cuando las condiciones son favorables.


La UJA ha informado, a través de un comunicado, de que algunos de estos microorganismos mejoran la disponibilidad de nutrientes en el suelo, inhiben agentes patógenos, adsorben metales pesados y promueven el desarrollo de las raíces, entre otras funciones.


Por tanto, el grupo de expertos sugiere el desarrollo de un biopesticida natural elaborado con este colectivo de microorganismos, destinado a combatir la bacteria patógena Xyllela fastidiosa, considerada plaga prioritaria en Europa dado que no existe un método de control de campo efectivo para erradicarla.


Aunque ya se conocía la existencia de la bacteria Bacillus spp. y sus beneficios para las plantas, los expertos señalan que nunca antes se había analizado este colectivo en el suelo y hojas del olivar español, ni determinado su resistencia ante desafíos ambientales como los metales pesados, los abonos inorgánicos -que se emplean habitualmente en la agricultura- y los antibióticos.


La investigadora de la UJA, Julia Manetsberger, explica que “ante un evento adverso, como la falta de nutrientes en el medioambiente, estas bacterias entran en estado de reposo, como una especie de hibernación, hasta que el peligro desaparece y pueden volver a ejercer sus funciones vitales normales”.


Tras someter las muestras a temperaturas que alcanzaron los 80 grados centígrados y analizar la tolerancia del colectivo a desafíos ambientales, las expusieron a distintas cantidades de antibióticos y fertilizantes inorgánicos y comprobaron que su resistencia era normal, como la de otras especies de bacterias similares.


“Esto quiere decir que en la naturaleza sobrevivirían en caso de verse expuestas a este tipo de compuestos y continuarían cumpliendo su función”, señala Manetsberger.


Por otro lado, sometieron a estas bacterias a diversas concentraciones de metales pesados que pueden hallarse en el suelo del olivar para determinar que mostraban una mayor resistencia al hierro, algo menor al cobre, níquel, manganeso, zinc y cadmio, en orden descendente. 


Grupo de investigacion olivar (Foto Universidad de Jau00e9n)


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