La almendra del Bajo Guadalquivir comienza a recogerse con una merma de secano del 40%

La campaña de la almendra en el Bajo Guadalquivir se ha iniciado con una merma del 40 % en la producción de secano, además de no tener todavía una previsión del precio de mercado para calcular la rentabilidad que tendrán los agricultores este año.

Así lo ha explicado el responsable de Productos Transformados de la COAG Andalucía, Diego Bellido, que ha destacado que hay nuevas plantaciones que harán que aumente la producción con respecto a 2022, pero la sequía que afecta a todo el campo andaluz también está suponiendo un problema para estos cultivos en concreto.

Además, hay almendros afectados por enfermedades y plagas como el gusano cabezudo, "lo que no ayuda a unos árboles que, además, tienen una importante debilidad por la sequía".

Diego Bellido ha subrayado que la primera floración se hizo también con unas condiciones climáticas duras "de levante y calor" en los meses de abril y mayo, mientras que, posteriormente "las lluvias torrenciales también han hecho mucho daño a estos cultivos".

El clima seco que está predominando desde principios de año y las lluvias tardías de finales de la primavera también han provocado un reajuste del 11 % de la producción prevista en el girasol andaluz, que, de 210.000 hectáreas previstas ha pasado a 187.000.

Según señala el mismo portavoz de COAG esto se ha traducido en que el ajuste se va a traducir en el citado porcentaje, "con las provincias de Sevilla y Córdoba como las más afectadas por esta reducción de superficie".