La pastelería vive un momento dulce motivado por el interés de los jóvenes gracias a redes

Las nuevas tecnologías, con especial protagonismo de las redes sociales, han avivado el interés de los jóvenes por la harina y los fogones, lo que ha provocado un aumento de los estudiantes en las clases de pastelería y un mayor nicho de mercado para estos profesionales en internet.

Aplicaciones como Instagram y TikTok, ambas repletas de vídeos sobre cómo hacer tartas, bizcochos y demás dulces son las principales causantes de que la pastelería viva un momento dulce, con un mayor interés por parte de los jóvenes por formarse en esta profesión.

Así lo ha explicado en declaraciones a Efeagro el director de la Escuela de Hostelería Simone Ortega (CIFP) de Móstoles (Madrid), Francisco García, quien ha sostenido que hay un "gusanillo" por aprender el oficio de la repostería por parte de los jóvenes.

El director ha participado en una jornada organizada por la Asociación de empresarios artesanos de pastelería y panadería de la Comunidad de Madrid (Asempas) con motivo del Día del pastelero artesa de Madrid.

La jornada ha tratado en varias mesas redondas las nuevas oportunidades que se abren al sector y el propio futuro profesional, con ponencias sobre cómo atraer y motivar a los pasteleros.

En ella también ha participado el presidente de la asociación de pasteleros de Madrid, Jonathan Yagüe, quien ha destacado que el sector de la pastelería se encuentra en valores "prepandemia", con unas ventas que "se han recuperado".

No obstante, el aumento de los costes de producción que han experimentado en los últimos meses los pasteleros ha repercutido en los beneficios de sus negocios, según ha indicado el presidente de Asempas.

Más estudiantes y más mercado con internet

A juicio del director del CIFP, el interés de los jóvenes se ha visto reflejado en la oferta de plazas que, en el caso de su centro, han registrado un lleno de estudiantes; sin embargo, de los 30 que acuden por clase, solo la mitad consiguen finalizar.

En este sentido, el hecho de que sólo la mitad finalicen los estudios responde a que, durante ese camino, muchos deciden no profesionalizarse y optar por mantener la pastelería como un pasatiempo.

Como aspecto positivo, el director de la asociación ha apuntado que este es un sector en el que "el paro no existe", por lo que los estudiantes tienen, de forma general, el camino hacia el empleo despejado.

Además, internet ha provocado la creación de un nicho de mercado para los pasteleros, ya que abre la puerta a más posibilidades de venta; por ejemplo, el director cita el caso de una alumna del centro que, aún sin haber finalizado sus estudios, ya cuenta con un canal de venta online y con público.

Ante la duda sobre si esta puede ser una moda pasajera, García ha defendido que la inclinación de los jóvenes por la pastelería "ha llegado para quedarse", con lo que el relevo generacional del sector está, por ahora, asegurado.

Queda por ver, a juicio del director, cómo se adaptan los centros formativos a este aumento de la demanda y de las nuevas formas de negocio que han llegado con internet y las redes sociales.

Sobre la cuestión del relevo generacional, el director de Asempas ha discrepado de la opinión del director del centro, ya que, a juicio de este primero, la preparación para gestionar un negocio y la "dureza" de las condiciones laborales del sector hacen que sea "difícil" encontrar personal.