Aceite

La producción de colza cae un 35% tras el impulso del 2022 por ser alternativa al girasol

lunes, 20 de noviembre de 2023


Colza salsa cl (Foto Syngenta)


Los últimos datos para la cosecha 2023 de la colza proyectan una caída del 34,6% en la producción en comparación con la pasada campaña, cuando su precio en origen experimentó un impulso al convertirse en una alternativa al aceite de girasol, que sufrió distorsiones por la guerra en Ucrania.



Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) la producción en la campaña 2023 se quedará en 174.700 toneladas.


Su destino será principalmente a la exportación, según los expertos, pues en España el mercado sigue penalizando el suceso que tuvo lugar en 198l, cuando miles de peresonas sufrieron un envenenamiento masivo a consecuencia de la intoxicación derivada del consumo de aceite de colza adulterado con anilina.


El último boletín estadístico del Departamento de Agricultura detalla que la producción de la campaña de este año representa un descenso del 14,2 % en relación con la media de la serie histórica.


En comparación, la producción en 2022 alcanzó las 267.200 toneladas, un 47,6 % más que la media de las últimas cinco campañas.


En lo que respecta a la superficie, los datos oficiales arrojan un avance de superficie plantada para 2023 de 108.200 hectáreas, un 13,6 % menos que en 2022, año en el que experimentó un crecimiento del 35,87 %, hasta las 125.200 hectáreas.


Además de la producción y la superficie, también han caído los precios este año, que se han situado en torno a los 370 euros por tonelada, explica a Efeagro el técnico de herbáceos de la organización agraria COAG José Manuel Cortés.


Un cultivo difícil y el efecto de la guerra en Ucrania


"Eso desmotiva mucho al agricultor a continuar", apunta Cortés, quien añade que, además, la colza es un "cultivo difícil" en el que los condicionantes climatológicos influyen mucho.


En la campaña 2022 el precio en origen de la cosecha de colza comenzó a subir y llegó incluso a superar los 1.000 euros por tonelada en algunos meses antes, ha recordado Cortés.


Ese año, el aceite de colza emergió como una alternativa al de girasol a raíz del estallido de la guerra en Ucrania, que detuvo la actividad en las refinerías ucranianas, desde donde España recibe unas 500.000 toneladas de aceite de girasol (el 62 % del total).


El sector agroalimentario comenzó a buscar sustitutivos al aceite de girasol, que empezó a escasear en los supermercados y que también es muy usado en grandes cantidades en la restauración y la industria agroalimentaria, desde la bollería a las conservas.


Ajustes en al PAC para reforzar la colza, un cultivo refugio


El Gobierno, además, introdujo unos ajustes al Plan Estratégico para la aplicación de la Política Agraria Común (PAC) 2023-2027 que incluían destinar 45 millones de euros para la ayuda básica a la renta de las regiones donde se producen girasol y colza.


Los servicios técnicos de Asaja han indicado a Efeagro que la colza es "un cultivo refugio" que "agronómicamente" les viene muy bien a los agricultores para meterlo en su rotación pero en el que "el clima tiene mucha repercusión".


Los técnicos de esta organización agraria resaltan que "tampoco es tan grande la caída en la superficie" en la campaña 2023 y que posiblemente en la mayor zona productora de España, Castilla y León, esté aguantando mejor.


En ese sentido, el representante de la cooperativa castellanoleonesa ACOR Joaquín Ortiz ha indicado a Efeagro que en esta comunidad autónoma la superficie de cultivo puede que aumente esta campaña entre un 10 % y un 15 %.

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