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Claves para evitar problemas en el cultivo del olivo

lunes, 25 de mayo de 2020


Hoja afectada prays oleae


El cultivo del olivo es sin duda uno de los cultivos más icónicos y representativos de España. Se trata de un cultivo muy importante que según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, en el resumen de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos Cultivos (ESYRCE) 2019, ocupa una extensión de 2.733.620 ha, con un crecimiento del 1,34% desde 2004 hasta 2019.


Sin duda es uno de los cultivos más interesantes por su versatilidad y su buena comercialización en diferentes formatos, pero no por ello está exento de plagas y enfermedades del olivo. Si bien es cierto que no se trata de un cultivo excesivamente delicado, una de las enfermedades del olivo que más preocupan a los agricultores es la conocida como aceituna jabonosa. Los responsables de los olivares están pendientes en otoño ya que es cuando se suele presentar esta enfermedad y suele venir con las primeras lluvias. El indicador clave de esta enfermedad es la aparición de manchas en el fruto que marcarán la necesidad de comenzar un tratamiento.


Olivo, un cultivo milenario


Cuando hablamos del cultivo del olivo tenemos que tener en cuenta que nos estamos refiriendo a un cultivo milenario. De forma más que probable fueron los Fenicios los que introdujeron en Europa su cultivo y desde entonces no ha parado de incrementar sus hectáreas de cultivo gracias a romanos y árabes que convirtieron a España en una potencia mundial en cultivo de olivos y producción de aceite de oliva.


Esta herencia milenaria en el dominio del cultivo es sin duda una de las grandes ventajas del país, que permite conocer a los productores de forma notable cómo hay que cultivar adecuadamente el olivo.


Se trata de una especie que tiene fácil cultivo pero que sin embargo no se adapta bien a temperaturas inferiores a -10ºC. Una de las características principales del olivo es que necesita mucha luz. Sus diferentes variedades presentan diferentes particularidades en la adaptación a diferentes terrenos que probablemente nos permitirá encontrar una variedad adecuada para el tipo de climatología y terreno en el que nos encontremos.


Plagas y enfermedades del olivo


A pesar de su gran resistencia y fácil adaptación no es un cultivo ajeno a plagas y enfermedades. Plagas como la arañuela del olivo, la polilla del olivo, la mosca del olivo, el escarabajo picudo, el barrenillo del olivo, o la cochinilla del tizne son capaces de arruinar nuestros cultivos de olivo. Dependiendo del tipo de plaga es conveniente aplicar unas metodologías u otras para poder erradicarlas.


Enfermedades como el repilo, la caries de la madera, la micosis de la aceituna, la lepra de las aceitunas también conocida como aceituna jabonosa, la cescorporiosis del olivo, o la fumagina también son elementos que debemos combatir de forma adecuada. Para cada enfermedad encontraremos un tratamiento y el amplio conocimiento del cultivo del olivo hace que sin duda tengamos capacidad suficiente como para poner remedio a las enfermedades del olivo más comunes.

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