Condenada una empresa de floristería por presionar a trabajador para que se fuera voluntariamente

Una empresa del sector de la floristería deberá pagar 24.100 euros a un trabajador al que presionó para que dejara su puesto de manera voluntaria al cambiarle las condiciones laborales, que suponían una pérdida de ingresos.

Así se recoge en la sentencia dictada por un juzgado de lo Social de Murcia, que da por resuelta la relación laboral, con la obligación para la mercantil de abonar a su empleado la citada suma.

“La intencionalidad de la demandada, dentro de un clima de desencuentro con el trabajador, debe incluirse en el deseo de presionarlo para que se marchara voluntariamente de la misma”, comenta el juzgado.

El fallo añade que la modificación sustancial de las condiciones de trabajo se produjo cuando, tras estar incluido en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por la Covid-19 se reincorporó a su puesto.

El empleado pidió entonces la extinción del contrato de trabajo, ya que la demandada le asignó entonces unas tareas distintas a las realizadas con anterioridad.

Así, se le asignó un nuevo horario que le impedía disfrutar del descanso con la familia, pasó de conducir camiones a cargar o descargarlos o preparar envíos y, especialmente, perdía la comisión del 2 por ciento del importe de las ventas que hasta entonces percibía.

Para el juzgado, los hechos son graves “por los propósitos y por las consecuencias para el trabajador”.