Fitosanitarios, biotecnología, fertilizantes, semillas y piensos

Bayer prevé que el negocio agrícola crezca en España y la UE incluso sin transgénicos

martes, 13 de abril de 2021


Protasio Rodru00edguez Bayer Penu00ednsula Ibu00e9rica 2  (Foto Bayer)


Bayer prevé crecer con su división agrícola en España y la Unión Europeas (UE) durante los próximos años, tras la compra de Monsanto, con el foco en ofrecer productos que ayuden a reducir las emisiones en el campo como pide Bruselas y aparcando su apuesta por los transgénicos en el "Viejo Continente".


Así lo explica en una entrevista el director en la Península Ibérica del negocio agrícola de Bayer ("Crop Science"), Protasio Rodríguez, quien destaca el potencial que tiene el sector primario para el grupo.


"Vemos oportunidades claras de continuar creciendo tanto en España como a nivel global. Nuestra aspiración es crecer por encima del mercado, trayendo soluciones mejor adaptadas a las necesidades de los agricultores en un contexto europeo en el que los proyectos de Bruselas -como el 'Green Deal' o la estrategia 'De la granja a la mesa'- les exigen cambios", recalca.


La división agrícola de Bayer en España y Portugal supuso en 2020 casi un 36 % de sus ingresos (239 millones respecto a una facturación total de 667) y fue la única área que evolucionó al alza (+5,9 %) frente a las caídas de su negocio de medicamentos por prescripción y de productos de autocuidado.


"No lo plantearía como una competencia entre divisiones, no se trata de ver quién pesa más", argumenta Rodríguez, quien se muestra satisfecho con un 2020 también clave a escala interna por tratarse del primer año en el que la compañía funcionó como una sola tras la integración de Monsanto en Bayer.


El directivo espera para este 2021 que su negocio agrícola en Iberia vuelva a aumentar en torno al 6 %, tras señalar que existe un "contexto más favorable" porque los precios en origen para el sector primario están sensiblemente más altos que hace un año.


De hecho, Rodríguez recuerda que antes de la llegada de la covid-19, miles de agricultores españoles protagonizaron manifestaciones en protesta por los bajos precios, un factor "preocupante" para una empresa centrada en aportar "innovación al mercado".


Con la pandemia se puso en relieve la importancia de la agricultura, que fue considerada como una actividad esencial, y Bayer operó sin disrupciones, señala.


En el ámbito comunitario, el grupo de origen alemán considera que los objetivos planteados para reducir el impacto en el medioambiente de los trabajos agrícolas exigen "innovación" y están en línea con algunos de los productos que ya comercializan.

Sin embargo, cree que Bruselas debería colocar el foco en "producir de forma sostenible y no tanto en fijar cuotas para priorizar un tipo de agricultura sobre otro".


"El planteamiento tendría que centrarse más en el impacto de las prácticas que utilizas y no tanto en los porcentajes de fitosanitarios que utilices", critica, en alusión al diseño de los planes realizado por la UE.


La adquisición de un "gigante" como Monsanto por parte de Bayer se ejecutó en el verano de 2018 a cambio de unos 54.000 millones de euros, y la compañía decidió eliminar la marca por completo por las diferentes polémicas que salpicaban a la enseña, como la del glifosato.


Para Rodríguez, poder operar bajo la marca Bayer ayuda a la compañía por el "halo positivo" que existe en torno a la enseña, debido a su presencia histórica en el ámbito de la sanidad.


"La marca Monsanto acarreaba una carga de negatividad en algunos mercados, pero creo que era menos importante en España. No obstante, ayuda y contribuye desde un punto de vista reputacional", señala.


Sobre su apuesta por los transgénicos (organismos genéticamente modificados a los que se les han añadido genes de otra especie), la empresa ha decidido de momento no seguir esa línea en Europa, ante las dificultades existentes tanto a normativas como sociales.


"Si no hay una clara aceptación social y un marco regulatorio bien definido y fiable, y si no vemos que surja una demanda clara por parte de los agricultores, no nos replantearemos nuestra posición en Europa. No forma parte de nuestros planes a día de hoy", destaca.


No obstante, precisa que en España se cultivan anualmente unas 100.000 hectáreas de un maíz transgénico de Monsanto, el único producto agrícola que la UE autoriza sembrar.


"Tenemos tecnologías que nos permiten desarrollar cultivos más eficientes a la hora de consumir recursos naturales y que se autodefienden de plagas como el maíz transgénico que comercializamos en España. Pero es un debate más emocional que científico, hay una desconexión entre sus beneficios y la percepción social que existe", argumenta.


A su juicio, en otros campos los avances se aceptan con mayor facilidad, y cita el caso de algunas de las vacunas contra la covid-19 que ya se están aplicando. 

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