Un haz de luz permite predecir la calidad de la biomasa del olivo

Un haz de luz que interactúa con la biomasa resultante del cultivo del olivo, que se convierte en muchas ocasiones en energía, permite analizar su composición y determinar su calidad al instante.

Este es el resultado de una investigación desarrollada por el grupo BIOSAHE (Biocombustibles y Sistemas de Ahorro Energético) de la Universidad de Córdoba, liderado por la catedrática Pilar Dorado, que ha coordinado el proyecto Biomasstep, con el objetivo de crear una herramienta que permita conocer todos estos parámetros "in situ".

El trabajo es importante, según la institución académica cordobesa, porque no toda la biomasa tiene el mismo poder calorífico o la misma calidad para transformarse en energía y, de hecho, alguna biomasa puede contener elementos nocivos que no la hagan idónea para esa segunda vida energética.

Hasta ahora, el proceso para comprobar esa calidad conllevaba unos análisis químicos muy costosos y que podían demorarse en el tiempo, mientras que el desarrollo de esta metodología rápida para predecir parámetros de calidad, empleando tecnología Espectroscopía de Infrarrojo Cercano (NIRS), mediante la emisión de un haz de luz que interactúa con la biomasa, permite analizar la composición de la biomasa en el mismo lugar de su producción y al instante.

La responsable del grupo de investigación de la Universidad cordobesa señaló que "mediante una fórmula matemática basada en la longitud de onda de la luz absorbida, se sabe si hay o no contaminación de la biomasa".

Por ello, el proyecto populariza entre la comunidad agrícola una herramienta rápida y barata para conocer la calidad de la biomasa al instante.