Cataluña pone en marcha una planta piloto que valoriza deyecciones ganaderas

La consellera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, Teresa Jordà, ha inaugurado en Muntanyola (Barcelona) la planta piloto del centro Beta, la primera del Estado que permite valorizar las deyecciones ganaderas y convertirlas en fertilizantes.

Según ha explicado Jordà, la innovadora biorefinería de estas características está diseñada para tratar 3 m3/día de purines porcinos producidos en esta granja y, aparte, realizar pruebas de valoración de gallinaza.

La planta se enmarca dentro del proyecto europeo Fertimanure (Fertilisers from animal MANURE), liderado por el Centro Tecnológico Beta de la Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC), en el que también colabora el Departamento, entre otros socios de la Unión Europea, Argentina y Chile.

En la misma línea, el objetivo del proyecto es el de recuperar “de manera innovadora y eficiente” nutrientes procedentes de estiércol de animales para producir fertilizantes de alto valor añadido, seguros y competitivos en el mercado europeo”.

Durante los próximos dos años, la planta piloto permitirá ver cuál es la viabilidad técnica y económica del proceso planteado, así como la sostenibilidad de los productos biofertilizantes obtenidos en una biorefinería de este tipo.

De la misma forma, asegurará la calidad agronómica y la seguridad de su uso mediante la realización de ensayos agronómicos, tanto en condiciones controladas, como en ensayos de campo.

“Sabemos que, en zonas de alta densidad ganadera, es necesario impulsar los tratamientos de deyecciones ganaderas que permitan exportar parte de las mismas fuera de la zona”, ha dicho la consellera, quien ha añadido que “pese a que nos queda mucho camino para revertir la situación, estamos en la buena dirección”.

En este sentido, Jordà ha puesto en valor medidas como la extensión de la moratoria de nuevas granjas y ampliaciones en municipios de alta densidad ganadera, la declaración anual de nitrógeno, la implantación de la obligatoriedad de recibir asesoramiento en fertilización a partir de unos criterios o el control de la trazabilidad por GPS.